viernes, 3 de septiembre de 2010

Un puño.
Irremediable: el desgarro.
Todo quedó oscuro
sólo sentí el ruido del cristal contra el piso
…sangre en mis huellas.
Huir. Odiar. Gritar. Callar. Callar.
Tiempo después volver a mirar.
Pasar por el corazón, otra vez.
Verse de nuevo.
Otra perspectiva.
Otra.
Pedacitos, fragmentos interpelando la verdad.
Poniéndola en duda.
Un ojo húmedo que mira desde las astillas del espejo.
Dice: “esta también fuiste vos,
solo que no te diste cuenta
a tiempo…”

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