martes, 28 de diciembre de 2010

Irse

Ronca se vuelve esta fiesta
algo tirita contra mi pecho,
estas frente a mi.

II

El tiempo se parte en dos mitades exactas
para volverse esquirlas,
versiones,
cristales por donde la luz se multiplica
y canta en la palma de tu mano,
estoy frente a vos.

III

Estabas en el inicio del deseo,
nos curamos con palabras,
pero la magia fue el número del amor.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

poema de brazos abiertos

Mi hogar es aquello que no vendrá
esta noche encendida por la nostalgia
la sangre es fuego en estampida
cuando tu nombre
limpio y claro
se pronuncia entre las cosas
No tengo límites cuando te siento
poesía rondando sobre la piel de la historia
No tengo limites si se ilumina lo cotidiano
en tiempos desesperanzados y difíciles
en el que pareciera morir el huracán en mi pecho
pero voy escuchando tu voz
te deseo
me asombro
te busco
revolución
pueblo con alas
primavera de mariposas en el viento

jueves, 21 de octubre de 2010

Luto

"...el hombre al elegirse elige a todos los hombres" J.P Sartre

Va creciendo en la voz,
primero es un zumbido,
enjambre de moscas atormentadas
después brota,
enredadera oscura,
angustia apretada en el cuerpo,
miradas que solo ven bultos a su alrededor.
y al final es fruto rojo
derramando su sabia amarga sobre el día.
La ciudad sigue caminando,
dos novios se quejan del corte de ruta,
tomaditos de las manos.
Escucho,
escucho y no quiero,
hay gente dibujando símbolos con sangre ajena en las pantallas.
"¡qué barbaridad! -dicen
No vayan a creer; la culpa es de aquel"
En la calle,
marchan los amigos
ajustando al pecho las banderas
van llorando,
madres, hijos, hermanas, compañeros, novias, testigos van llorando
Una señora pasa en la vereda de enfrente
pienso que un hombre ha muerto tambien por ella y no lo sabe.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Toc, toc...

Tengo palabras
palabras como mandarinas, ciruelas, manzanas
Redondas, coloridas, crujientes
Agua dulce, sabor profundo,
ácido de miel que cede paso a la semilla
Palabras como soles
rebotando en el cuenco de mi paladar
eferveciendo alegres
chispas en la lengua
Palabras colgando de mis latidos como flores de naranjo
como duraznos maduros y suavecitos
Carne que se desgarra generosa
melaza en las manos
jolgorio de dedos y labios
Palabras como frutillas nacidas de la tierra
húmedas de rocío
calientes de amaneceres
retorcidas, insurrectas, sangrantes y libres
Palabras como vitaminas para el alma
unguentos queriendo refrescar el corazón afiebrado
alivio para la piel herida
cicatriz en el torrente
Palabras que abren el entrecejo,
templan las cuerdas vocales
azuquitar en la boca del estómago
Yo las dejo rodar en la promesa de este cielo azul,
ofrendas entre la distancia de tu cuerpo y el mío
No estan en venta
No puedo rogarte que las quieras
solo te las ofrezco,
las celebro
redentoras, desprolijas, lindas, desubicadas, relucientes, intensas, brillantes, ridículas, locas...

sábado, 11 de septiembre de 2010

Acurruco este deseo desde el centro de mis latidos
le hago un hogar en las palmas de las manos
y le susurro canciones para darle ánimos al vuelo.
Pido disculpas, me río.
Hay días en que no puedo con la nostalgia
es que yo sé que ha llegado el tiempo.
La luz atraviesa mis dedos,
estalla sobre el sonido del día
y se perfuma en los aromos del espinillo...
Este deseo,
nacido entre las astillas de la copa rota,
se abre desde el centro de mi cuerpo
y reclama su lugar al universo

viernes, 3 de septiembre de 2010

Un puño.
Irremediable: el desgarro.
Todo quedó oscuro
sólo sentí el ruido del cristal contra el piso
…sangre en mis huellas.
Huir. Odiar. Gritar. Callar. Callar.
Tiempo después volver a mirar.
Pasar por el corazón, otra vez.
Verse de nuevo.
Otra perspectiva.
Otra.
Pedacitos, fragmentos interpelando la verdad.
Poniéndola en duda.
Un ojo húmedo que mira desde las astillas del espejo.
Dice: “esta también fuiste vos,
solo que no te diste cuenta
a tiempo…”

viernes, 6 de agosto de 2010

fuegos y rescoldos

Yo tengo un sueño con el que nos nombro
pero el dolor es sólo mío
La sonoridad de las letras
que se fusionan para serte van rítmicas de latidos
Hombres/ Mujeres que se forjaron de metal y arcilla
bajo un sol blanco
ahí donde el trigo se volvió anaranjado
y el grano se abrió sudando aceite rojo
espeso y dulce cayo sobre la tierra
se derramó en las espaldas
se cocinó en la molienda
una melaza comprada con la sangre del jornalero

Ahora la ciudad oculta sus desocupados
sangre que muere estancada
en la misera y el paco
yo estuve ahí
todavía no he podido hacer nada
Hay patria! que entrañable concepto ahora que te amo
y no puedo abrazarte
Ahora que comprendo tus muertos
y me estremezco de dolor y soldead
despidiéndo compañeros cada cinco minutos
prefiero nombrarte
pachamama,
hermana madre amiga,
útero creador,
boca de la muerte,
abrigo
¿podrías llevarte estas penas?
la impotencia es la amenaza de mi generación
enfermedad irreversible la cordura,
el dolor más grande
son las esperanzas cuando se desintegran entre tus dedos
...si lo sabré yo

II
De pronto vuelven/
estan ahí con su fiesta mañanera,
entibiando la helada,
globos de colores en la peatonal,
el tunga tunga
brisa cálida,
flores en el espinillo
Se despierta
y la vuelvo a ver en los ojos de las demás
y creo que vamos andando,
haciendo,
logrando
y elijo una vez más,
sonrisa entre labios

domingo, 4 de julio de 2010

Patines

La noche se hacía escarcha en la oscuridad. Otro día más. Fin.
El cansancio, tejía su madeja de hastío sobre los espirales de las horas.
Poco a poco fue dejando atrás la mezcla indescifrable de voces y emociones que habitan en una ciudad que canta y se queja con la misma intensidad. Ahora avanzaba sin esfuerzo, sobre ese animal viejo y metálico que, entre quejas y vaivenes, dejaba su huella negra sobre el aire espeso por el frío del invierno. “¡La puta madre!- pensó- qué tarde es!”. Recordó lo poco o lo mucho que hacer mañana. Suspiró impaciente, con una cuota de enojo por que si. Al menos eso pensó, al sentir la molestia, el tedio, sin saber porqué. Intentó leer algo, la radio y la muchedumbre se lo impidieron. Rezongó un poco. “¡cómo no tener un MP3!”. Se froto las manos, el viento de afuera, pegaba latigazos cada vez que alguien se bajaba tras el mismo sonido: un timbre seco, y un suspiro cansado, arrastrándose por el olor a goma gastada y la tierra acumulada de los años. Leyó “Marcos, sos y serás el amor de mi vida”, no supo si se divertía o se enojaba, nunca pudo dejar de llamarle la atención las cosas que las personas escriben en los espacios públicos.
“Ya falta poco”-suspiró, el colectivo está rodando por la vuelta al Polideportivo.
La Imagen le pegó en seco. Fue una ráfaga de aire cálido y violento en la boca del estómago. La metáfora cobrando vida, abriéndose espacio entre la neblina previa a ser helada en el amanecer. Solo una silueta en la penumbra, una sombra deslizándose en la quietud, un cuerpo bailando con la noche, desafiándola, partiendo el tiempo y los dogmas del hombre. Así, como esas cosas que de tanto sentido se colman y se derraman, perdiendo todo, vaciándose, quebrando la coherencia para reinventarse una y otra vez, jugando en el filo de la locura, entre el sueño y la realidad, entre la libertad de un vuelo y la certeza del golpe, de lo irremediable de la gravedad. Un cuerpo dibujando caminos, espirales en la penumbra, reclamando para si, el derecho a ser, a vivir. Sin saber cómo, sorteando la suerte, barajando la posibilidad de caer en el próximo envión. De pronto fue como si el mundo se quebrara para ser ese espacio vacío, esa oscuridad irremediable, acariciada por la luz fría de una luna de invierno.
Se supo deslizándose rápida, vorazmente en la oscuridad, El corazón en la garganta, el pecho como un fuelle, su cuerpo doliéndole. Un puente. Esa mujer, perdida en su universo, como un espejo de la noche, mágico en su cotidianeidad, sacudía sus costados, avasallaba las murallas del pánico y le recitaba una y otra vez, la historia de sus días.
De pronto, sintió las lágrimas rodarle tibias hasta la comisura de sus labios. Probó su sabor, sonrió con alivio y regresó al comienzo de su viaje, uno más entre tantos iguales, solo que se dejó pronunciar, bajito, lo que realmente quería decirse:
Y recordó las veces que esperaba ese rinconcito, al lado de la ventanilla, tan lleno de gente que no mira a nada ni a nadie, que la soledad se hace un festín con tantos cuellos dispuestos a morir en un mismo día, todos los días, Ahí, un punto en la penumbra, en compañía de tantos cuerpos, que no le contaban más que el vacío y la distancia, lloraba. Puteaba por lo bajo, cuando todavía le quedaba el enojo.
Ahora, tal vez siendo uno más entre tantos y tantas, sonríe triste y un ácido se esparce en su sangre, relajando los músculos, doliéndole los huesos, tensando- inútilmente- sus tendones. “Tantos infiernos convergen bajo un océano en calma”, recuerda. Intenta leer alguna cosa, pero no puede. No esta noche. No hoy, que es tiempo de asumir que no tiene ganas de llegar a casa, que no tiene ganas de deambular en la intemperie, que no sabe qué día será mañana y que no le importa. No esta noche, en la que el frío rompe los cuerpos, los estalla desde adentro. Es hora de preguntarse, de saber…
”¿y mis alas?, yo las vi desvanecerse en mis brazos, era como un deshielo”.
El silencio, se hacía cada vez más profundo, el hacinamiento mermaba, la radio ganaba espacio y una zamba desvencijada por el tiempo y la mala transmisión, rascaba las costras de pintura y se filtraba por la grieta del alma amenazando con desatar el vendaval. Suspiró, bostezó, ya falta poco, “sopita y a la cama-se dijo-¡qué se le va a hacer!”. Miró hacia fuera, nada. Villa Allende, es una ciudad fantasma después de la medianoche. La plaza desierta, con sus juegos y sus fuentes apenas iluminadas. Recordó la noche en que dos cuerpos resistían la intemperie con un abrazo que buscaba unir dos tiempos, dos caminos irreconciliables. Ahora, hasta el dolor perdía sentido. “¿En qué momento?”-se preguntó- “¿Cuándo fue?”. No pudo responderse. Ahora todo se alejaba. Su vida era ese deslizarse en la oscuridad, preso de la velocidad; se movía sin saber por qué, ni hacia dónde. No había nada más. “¿Y mis alas?”-repitió.
El colectivo se frenó para pasar la lomada. Volvió a ver a la Patinadora. “La inercia y la libertad tejidas en su cuerpo”. Giró la cabeza para verla por última vez, creando su propia melodía, en la caja de música de la noche. Recordó las veces que la vio patinando, entre el barullo de los pelotazos de básquet, entre las puteadas de los jugadores de fútbol, esquivando a los niños y niñas que correteaban por ahí. Impávida como si estuviese sola, ella seguía…Recordó que hace años que la ve, en navidad, año nuevo, envuelta de la brisa cálida del verano, o como hoy, abriéndose camino entre la escarcha. Reconoce su silueta, sabe a qué hora encontrarla, pero nunca ha visto su rostro. Le imagina historias, vidas y emociones. Fantasea. Reflexiona.
Ahora corre hasta el timbre del colectivo, casi se pasa de parada. Se abriga bien, y espera el impacto. Ya en suelo firme, camina trabajosamente por las calles polvorientas. Se sonríe con sus divagues. Tiene mucho que hacer mañana. Tiene que dormir. Programa el despertador a las 7, deja la ropa lista al costado de la cama, se pone a ver la tele hasta que el sueño le cierra los ojos.

jueves, 24 de junio de 2010

Te conjuro vendaval,
invoco el remolino
la potencia de los vientos cardinales
vengan a unirse
y revolucionarse en este cuerpo
zurcado de puentes al pasado.
Destruyan lo necesario,
devuelvanme la libertad.


II

Voy atando estos deseos con tu nombre en la boca del viento
barrilete insurrecto
vas desparramando los aromas que tejí para vos en mi pelo
Ahora que nuestros contornos se definen impenetrables,
ahora que hemos dinamitado los puentes,
mis latidos te sueñan en el aire
te piden el antídoto;
te buscan en la alegría de un mate,
besan en canela tus pasos,
y celebran tu llegada: menta fresca, tierra húmeda, albaca
verbena y artemisa quisieron ser mis manos en tus heridas
ahora pido que te diluyas en la luz de esta alborada,

pero mirame antes de cruzar el umbral,
murmullos transparentes será lo que digamos
chispas, trazos de colores, agua fresca,
semillas flotando como burbujas en el espacio


jueves, 17 de junio de 2010

hoy! 3x1

I

Recojo el último tramo de la soga
reciclo lo que queda
guardo sólo cuerpos líquidos
y dejo que la temperatura haga el resto
te lo advierto: no voy a (es)forzarme
ya no soy la línea de fuego
el blanco perfecto
la presa fácil
aca no me quedo


II

Luna nueva
cuenco que se dejo caer sobre el río del tiempo
vuelvo a ver en colores
siento el germinar de caminos en mis pies
la elasticidad que retorna a la piel herida como una promesa.
el roce,
sueños que se hacen militancia,
el deseo es lumbre revolucionaria
y los cuerpos responden dándose vida mutuamente

III

un mejunje de lágrimas, de plumas y misterio
se macera en el nido del águila
la potencialidad va preñada de muerte
ahora llovizna amaneceres
que caen sobre la línea del agua
y me tiñen el cuerpo para pedirte que te alejes de mi
así/ otros latidos se despabilan en la sangre
ahora me dejo abrazar sólo por amor
hay canciones en el viento/
van en mi respiración/
ahora los dedos de la luna desmadejan los caminos que me llevan hacia tu cuerpo/
reconozco la trampa/
cazadora hambrienta/
agazapada me muevo sabiendo que la necesidad me debilita/
las pupilas se dilatan en la oscuridad /
mastico hechizos como estrellas salvajes que perdieron su rumbo,
así anda la vida en mi lengua/
desintegrándose en silencios mágicos/ dolorosos/ potenciales…
rondo la presa,
habrá sangre en el próximo movimiento,
dudo, aguardo,
escucho canciones, tarareo…

domingo, 13 de junio de 2010

Te invento
manipulo las palabras hasta enamorarme,
hasta odiarte
y recordar que no somos de nadie.
Encastres, espejos, móviles,
me divierto por necesidad...
Cuelgo universos en las ventanas,
dibujo colores a tu alrededor
y abro puertas con las que sueño en la madrugada,
me levanto en armas,
invoco la selva, la caverna, el fuego
me precipito despiada sobre tu ceguera,
sangro sobre el asfalto con los dientes apretados,
te canto, te invoco, te busco
abrazo la pobreza,
la consumo con este deseo
y borro la frontera
aunque más no sea por un instante, juro que el mundo se vuelve otro
asi te conozco, me reconozco, nos defiendo
Es acá una guarida,
espacio líquido que se evapora con el calor de los cuerpos,
así te invento
y me entrego.

martes, 8 de junio de 2010

1; 2; 3...

Cómo decirlo: no hay palabras nuevas.
Es la vida, repitiéndose una vez más.
Cómo decir pájaro, sudor, esperanza.
Cómo decir fuego, libertad, carnaval.
Es eso: una red de viento,
huracán que nace en este abrazo multitudinario.
Un camino polvoriento,
marcado por la sombra y la semilla,
marea de voces, colores y tiempos.
Vamos todos juntos,
esferas luminosas ardiendo sobre la arena,
escurriéndonos en el relato de lo que viene.
Es el murmullo,
la celebración de un sueño que nos atraviesa desde el plexo,
y perfora las murallas del espacio,
simplemente un puente, pasadizo, túnel.
Encastres, la misma sangre estallando en cada latido.
Espíritu invencible, secreto, alimentado por el hambre,
nacido bajo el sol calcinante,
un cuerpo que comenzó a gestarse el día en que dos miradas se cruzaron bajo el sudor
y se vieron espejo/ hermanos/ la boca cosida por el cansancio.
Cuerpo mutilado demasiadas veces,
desterrado,
ha rondado las alcantarillas y los cementerios,
apenas una luz tenue/ una espalda en sombras,/un mapa en la piel/ células esparcidas en la clandestinidad del ocaso/ ahora vuelve a las calles a expandirnos los pulmones, a recordarnos lo que de verdad somos.
Y así/ la lucha se percibe detrás de cada uno de nosotros, venimos con los pies cansados pero el alma abierta en una fiesta porque
se percibe, se sabe, hay mucho por delante
pero un día/
vamos a cabalgar el amanecer.