domingo, 30 de septiembre de 2012

Días y días


Hay días en que tengo los ojos más claros. 
Arde la brasa que era carbón 
y el camino se abre en la huella del fuego. 
Vientos del este susurran en mis omóplatos,  
dejar ir lo que pesa y ya no existe. 
Hay días en que tengo los ojos más claros y puedo ser  faro,
si quisieras
El silencio
es  mediodía en la llanura

no hay  sombra que diga lo contrario.    

lunes, 3 de septiembre de 2012

pedaleando despedidas y bienvenidas

LAPSUS

Hijos del sueño
resina que atrapa la lluvia de este sol
así se vuelven tus ojos que saben mirar 
y comprenden mis correrías. 
Pedacito de río es mi cuerpo
torrente desbocado debajo de la ropa
vos te reís
me ves y te reís
miras mi transitoriedad como un país 
y la necesidad cede paso. 
Flota, se esparce, se deja enredar
y sosiega contando pecas en tu espalda. 
Yo sé que no pertenezco,
que me estoy yendo, como siempre,
pero me gustaría tanto quedarme un rato mas...
Es que hay pájaros detrás de tu risa
encuentro las plumas desperdigadas sobre la casa, 
entre las sábanas, 
el sillón y la máquina de escribir. 
Pájaros colorados
con las alas perfumadas de canciones y libros viejos,
toda la noche están jugando a desordenarme el cuerpo. 
Debiera empezar a preocuparme.
Pero no. 
Algo se interpone y dice no. 
Suena el amanecer en la ventana,
el azar perfuma la mesa 
y vos servís las medialunas.



HASTA LUEGO

Llegaste/ 
creías estar respirando con el vapor inasible del silencio/
como quien se da una tregua,
llegaste.  
Te dejé deambular, merodear, esconderte.
Nos sondeamos en los gestos 
y vos seguías creyendo estar a salvo de la palabra
como quien ha robado
callabas 
sin evitar que leyera en tu aliento el torbellino.
Sentado en mi mesa buscaste alimento escarbando entre el arroz
y la proximidad apenas cierta de tu mano y la mía.
Falta el pan- dijiste.
Recorrias el espacio implacable,
venías buscando compresas para la fiebre,
sahumador para alivianar las penas.
Con la garganta en llamas
llegaste 
buscando un pedacito de tierra donde apoyar la frente   
escarbaste en los rincones de mi cuerpo esperando encontrar restos de amanecer. 
Te dolías al contacto,  
apenas si respirabas para no quemarme
 yo vi la muerte, 
pero no supe cual de todos tus epitafios querías que conjurara. 
Buscabas sin pedir
no pude hacer nada,
te leía y sabía,
venías a buscar algo que no era yo. 

lunes, 2 de julio de 2012

Hasta cuándo


Yo te pregunto/
cuando el cuerpo del tiempo se recuesta sobre mi
y tiene tu olor/
te pregunto.
Abrazarte y sentirme en casa es una reminiscencia genética;
útero en la tierra/
glaciares zumbando intemperies/
fogón era tu abrazo y lo demás anecdótico
Por eso te pregunto.
Porque te escucho a mar de por medio,
a millones de abismos,
a litros de huidas.
Te escucho amarme inútilmente.
Te escucho decirlo
y retroceder sobre el torrente,
cerrar compuertas para echar a andar la usina del deseo
con la que se pulverizan mis gestos escapatorios.
Estoy ahi.
Cuando despierto,
estoy ahi.
Envuelta en tules rancios
con el aguijón de la araña en la nuca,
 inmóvil me convierto en presa,
envenenada de círculos repito la fórmula: 
es el otoño
es amor
y el canibal tiene tu nombre

jueves, 14 de junio de 2012

Asociación


"me descarne los pies en las montañas 
buscando el origen de los ríos..."
Cesar Vargas
La noche es un árbol
de raíces estrelladas en el vientre de mi patria
crece en el monte la voz de la historia

Estoy de pie
las sienes expandidas en azul
y veo
La luna hunde su brazo oscuro en la tierra
vertical llega la luz
antes de disolverse sobre el sueño de los hombres
En la herida del deseo brota la sabia

cuerpo profundo
una aventura sin mapas

los caminos se abren porque arden desde el interior
y repiten su origen
trazos que zurcan el mundo entero
nacen en el abrazo
y son melodías transparentes al amanecer
árbol de agua que atestigua
El principio fue siempre el placer








lunes, 4 de junio de 2012

Como sea

Vuelvo sobre el día con el movimiento latiendo hacia el interior.
Adentro se va la tristeza,
mar y viento embravecido.
Navegante en harapos al amanecer,
barcos de papel en los bolsillos,
arena entre los dientes.
Reverbera este naufragio
y no importa el silencio.
Desvestidas de abrazos van las semillas,
yo las oculto debajo de la ropa,
profundidad en movimiento, 
es tiempo de andar.

jueves, 2 de febrero de 2012

un día

Amapolas sobre la boca del tiempo,
perfume que canta otro mundo porvenir.
La mano apenas si te alcanza,
pero tu cuerpo resplandece en el paraíso que intuyo.

lunes, 23 de enero de 2012

Basta.

Hay verdades que son hierro caliente pesando en medio de las costillas.
Desgarran la carne de los que miran para otro lado como si nada sucediera,
dibujan a fuego el mapa del error y la omisión para que no tengas posibilidad de arrepentirte.
"Siempre estamos eligiendo"- reza el machete que te ofrece el dolor.
Pero hay algo antes que te nubla la mirada.
Nunca llegas a ver el brazo extendido segundos después de dar el salto sobre el abismo.
Dicen que es necesario pasar el pavor de sentir el olor de la piel chamuscada,
la sangre correrá cuesta abajo
deslizándose entre las piernas como serpientes agónicas que buscan piedad en la tierra.
Sobreponerse al espanto
entre tanto hipócrita es militar la esperanza. 
Pero el cuerpo igual se queja.
En la espalda se anudan las muertes que no se van con el río,
en la espalda
se cuelgan con sus ganchos invisibles las veces que te negaste
y abriste tus flancos para que las huestes del deber y el abuso de tu semejante
cercenen tu capacidad de vuelo.
Por eso este despertar te pesa tanto.
Los grilletes sobre tu cuerpo mujer hambrienta
saben de la fórmula exacta de tu alquimia.
Escucharla solo es posible atravesando estas horas mustias,
el deshielo de tu rostro alucinado,
la mueca de la calma se estrella al llamado de tu sangre en rebelión.
Ya nunca parirás esclavos ni víctimas de tu propio hambre.

BusCo.Me

Romperse la cabeza y desandar la forma.
Desde la izquierda llega la línea en donde leer el mundo y sentirse a salvo.
Pero hay más.
Más allá de lo que toco o ves.
Envase de tiempo y guerra.
Cuerpo adentro se levantan ruinas circulares.
Piedras sobre piedras sopladas entre llamas y alcohol.
Dulce y espeso se tatuaron los mapas del aliento; piezas desperdigadas en la inmensidad para construir un cuerpo en el ojo del viento.
El plan del universo fracasa.
Apenas si soy un signo huérfano mirándote detrás del vidrio,
no he logrado juntar los pedazos.
Un no lugar es mi existencia.
Solo podes admirarme,
la nube pierde consistencia al contacto.
Por eso te estoy queriendo y no quiero que me toques.
El laberinto es hondo en la boca del estómago
cuerpo adentro todo encuentra su lugar.
Yo/
que soy un no lugar/
que no pertenezco,
que no estoy
y soy.